Más que una herramienta complementaria en la estrategia global de mercadotecnia, el marketing de contenidos se ha convertido en inestimable compañero de viaje para toda marca que quiera ser competitiva en la red. La consolidación de la relación con el cliente, que es como se consigue la fidelización, suele llevar aparejado el aumento de las ventas y, por ende, la posibilidad de crecimiento.

Sin embargo, para acercarse a la excelencia con una propuesta de marketing de contenidos hay que tener en cuenta diferentes aspectos. Es el caso de los denominados ‘backlinks’ o retroenlaces. Se trata de vínculos de retroceso que juegan un papel de suma importancia en cuanto al posicionamiento SEO de nuestros contenidos.

Un vínculo de estas características es el enlace que un sitio web obtiene en otro diferente. Una política que Google, a través de sus algoritmos, suele premiar en los motores de búsqueda, otorgando una mayor visibilidad respecto a la competencia. No obstante, hay que tener en cuenta que este tipo de propuesta debe desarrollarse de forma natural y con causa temática justificada, pues la utilización de programas ‘bot’ puede acarrear un efecto contrario al deseado. En este sentido, la calidad de un backlink es mucho más importante que la cantidad. Para ello es preciso conocer algunas de las técnicas más recomendadas.

Por descontado, la elaboración de contenidos que aporten valor añadido en un determinado espectro es algo vital para poder entrar en la rueda de los vínculos de retroceso de otros sitios web que traten temáticas relacionadas y desde donde se decida enlazar. Además de las ventajas obtenidas en cuanto al posicionamiento, las referencias obtenidas en páginas de alta autoridad a través de estos retroenlaces confieren a los contenidos propios una mayor credibilidad, lo que repercutirá de forma positiva en la reputación de nuestra marca.

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