Carme Ruscalleda, la única cocinera con 7 estrellas Michelin, ha anunciado el cierre de su restaurante Sant Pau de Barcelona. De esta manera, tras 30 años trabajando en él, da por concluida una historia de éxitos en un enclave mítico de la cultura gastronómica en España.

Autodidacta y con pasión por la cocina, se considera una aprendiz profesional, siempre intentando pulir y mejorar cualquier aspecto sin perder la ilusión. Lucha contra lo que otras personas llaman dificultades con su voluntad y creatividad. Sueña con un plato y no desiste hasta conseguirlo. Esta es su fórmula, basada en el trabajo, para unir lo tradicional con lo innovador y conseguir la fusión de culturas a través de la sensibilidad, el respeto y la delicadeza. Así forjó la personalidad de su restaurante, con 3 estrellas Michelin, que combina las últimas tendencias con la gastronomía típica de su tierra.

Cerrará el Sant Pau de Barcelona, pero queda el Sant Pau de Tokio, la investigación en el departamento Cocina Estudio o su compromiso con el hotel Mandarin Oriental entre otros proyectos. Es un claro ejemplo de cómo seguir adelante sabiendo cuando una obra está completada.

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