La ciberseguridad es el nuevo reto de las empresas, como lo demuestra el hecho de que el 70% de los ciberataques en este 2017 irán dirigidos a pymes, según diferentes estudios. Pese a ello, muchas empresas no disponen aún de ninguna protección frente a los temidos hackers. Y es que la actualización de los negocios al nuevo escenario tecnológico no solo tiene que ser formal para subir enteros en la usabilidad de sus plataformas, sino que también ha de estar sujeta a los protocolos de seguridad informática para evitar problemas.

Tanto a nivel personal como empresarial, cada vez tenemos más datos almacenados en Internet. Una realidad que muchas veces no controlamos o de la que no somos del todo conscientes. Esto supone un gran riesgo, ya que, si no adoptamos las medidas de seguridad adecuadas, cualquier intruso puede acceder a ellos y poner en peligro nuestra información y la de nuestros clientes.

Como todo en la vida, la mejor defensa es la prevención, también en el ámbito digital. Así, lo primero que debemos hacer es identificar los datos más valiosos y protegerlos. Si a pesar de todo se cuelan en nuestros servidores, debemos contar con un protocolo de actuación para evaluar la situación, restaurar los sistemas cuanto antes y evitar daños mayores.

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