En varias ocasiones hemos hablado de la simplificación de las formas, la combinación de colores, la diagramación o la legibilidad como normas que rigen un buen trabajo en materia de diseño gráfico. Reglas no escritas que, no obstante, siempre dejan la puerta abierta a la experimentación. De lo contrario, la vanguardia en este campo artístico brillaría por su ausencia.

El estadounidense David Carson (1954) fue uno de los más transgresores diseñadores en décadas pasadas. Sociólogo, diseñador gráfico y surfista, fue cuando ostentaba la dirección de arte de la revista Ray Gun, de tirada internacional, cuando su nombre comenzó a sonar con más fuerza, hasta que en el año 1995 decidió crear su propio estudio en Nueva York. A esas alturas ha había forjado su impronta creativa en las portadas. Algo que, a la postre, fue reclamo para que grandes marcas internacionales delegasen en él sus trabajos. Es el caso de Pepsi, Ray Ban, Nike o Microsoftt, entre muchas otras.

Pero, ¿dónde reside el éxito de su propuesta? La clave está en la experimentación tipográfica y la combinación de técnicas tan poco convencionales como efectivas.

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Ray gun

Os dejamos con una de sus charlas en línea. En ella, a través del humor, detalla su visión sobre la importancia de cómo ejercer una adecuada dirección de arte sin obviar el componente social cuando los editores se enfrentan a temáticas espinosas.

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