Parecidos, pero no iguales. En nuestro espacio dedicado al turismo de todos los viernes, hoy hacemos mención a la diferenciación existente entre dos conceptos que cuentan con similitudes pero que no son excactamente iguales. Nos referimos al marketing de destino y al marketing turístico.

El primero de ellos es el reservado a las administraciones públicas, encargadas mediante la ejecución de campañas de promocionar un país, una región, una comarca o una localidad en cuestión con el protagonismo de las diferentes organizaciones públicas.

El marketing turístico, sin embargo, engloba algo más. Aunque puede ir amparado con recursos públicos, su desarrollo lleva aparejado la promoción de todo un sector que gira en torno al entramado turístico, como es el caso de hoteles, restauración, comercio o servicios. Una sinergia entre lo público y lo privado que tiene como objetivo lograr una comunicación efectiva y un consiguiente aumento de los índices de retorno de la inversión.

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