Hay vida más allá del marketing digital. Los soportes gráficos de todo tipo son un claro ejemplo de que el marketing convencional continúa teniendo tanta vigencia o más que hace algunas décadas.

Dependiendo de la creatividad, cualquier elemento puede ser susceptible de convertirse en uno de estos soportes que tendrá como misión -a veces complementaria- dar a conocer una marca, producto o servicio.

Aunque el crecimiento del ámbito digitalizado es exponencial, es recomendable no dejar de lado la implementación de soportes gráficos convencionales en nuestra estrategia global de marketing, sobre todo en los casos en los que nuestro público objetivo no tiene un perfil eminentemente tecnológico. Tan rentable o más que el digital, el viejo marketing convive en armonía con las nuevas tendencias, hasta el punto que en muchas ocasiones están obligados a complementarse para cerrar el círculo en materia de comunicación.

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