Dora Maar, es principalmente conocida por ser la musa de La mujer que llora de Picasso. Sin embargo, el trabajo de Maar fue radical, político e innovador por derecho propio. Inspiró a los fotógrafos, a los surrealistas y al propio pintor.

Nacida como Henriette Theodora Markovitch en 1907, la artista se crió entre Argentina y Francia. Educada, viajada y apoyada por su familia, Maar pudo seguir una carrera en las artes. Inicialmente estudió artes aplicadas y pintura en una de las escuelas de arte más progresistas de París. Posteriormente pasó a estudiar fotografía. Disciplinado y talentoso, Maar pronto dominó el medio. Decidió dedicarse a la fotografía comercial, tal vez porque se trataba de una carrera profesional más fiable y económicamente estable. Rápidamente se hizo un nombre, recibiendo encargos de moda y publicidad. También viajó para documentar las duras condiciones sociales y realizó ingeniosas fotografías y fotomontajes que se incluyeron en las principales exposiciones surrealistas. A finales de la década, había vuelto a la pintura. Se dedicó a este medio durante el resto de su vida, probando muchos estilos y técnicas diferentes. En la década de los 80, regresó a la fotografía, pero estaba más interesada en hacer imágenes abstractas que en capturar la vida real. Sus fotografías comerciales eran innovadoras y experimentales. Usó luces y sombras dramáticas, así como técnicas como el collage y el fotomontaje que combinan fantasía y ficción. Esto parece reconocer que el ideal de la «mujer moderna» era aspiracional y no representaba la realidad experimentada por la mayoría de las mujeres.

Conoció a Pablo Picasso y se convirtieron en amantes poco después. Ella estaba en el apogeo de su carrera, mientras él emergía. Esta relación tuvo un gran efecto en sus carreras. Maar documentó la creación de la obra más política de Picasso, el Guernica, alentó su conciencia política y lo educó en fotografía. Específicamente, le enseñó al pintor la técnica del cliché verre, un método complejo que combina fotografía y grabado.

Participó en muchas exposiciones colectivas e individuales, pero al final se interesó más en lo que podía crear en el cuarto oscuro y experimentó con cientos de fotogramas. Dora Maar falleció el 16 de julio de 1997, a los 89 años. A lo largo de su vida, creó una amplia y variada gama de trabajos, muchos de los cuales se descubrieron después de su muerte, continuando de esta forma inspirando y demostrando su visión y creatividad al mundo.

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