¿La calle es gratis? Parece que sí, pero solo para algunos. Hay veces que a uno le leen el pensamiento, y es algo que nos ha ocurrido esta semana con los compañeros del Diario HOY al respecto de una información en la que se denunciaba la proliferación en Cáceres de publicidad en la vía pública debido a la falta de control municipal.

Haciendo bueno el dicho de ‘Hacienda somos todos, pero unos más que otros‘, lo mismo sucede con la utilización de las calles de la capital cacereña en beneficio propio.

En efecto, se trata de una temática que en los corrillos internos de esta agencia hemos comentado en más de una ocasión. Y es que hay quien compite con cartas marcadas o no respeta las reglas del juego de la competencia en lo que a publicidad se refiere. En muchas ocasiones, además, causando trastornos a unos transeúntes que se ven obligados a sortear los soportes en la vía pública como si de una carrera de obstáculos se tratase. Todo ante la impasibilidad de aquellos cuya función es velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales.

Hablamos de cartelería invasiva que en la mayoría de los casos no cuenta con la preceptiva autorización y, por ende, se encuentra exenta de toda tasa impositiva. Al contrario de otros negocios que, por la instalación de terrazas o veladores, sí pasan por caja como contraprestación a la ocupación de espacios de dominio público.

Por ello, con el fin de no convertir nuestras calles en un maremágnum dominado por la anarquía, abogamos por que los pequeños empresarios intenten dar visibilidad a sus negocios, pero que lo hagan con la multitud de recursos éticos a su disposición y sin reventar el mercado. Los paseantes lo agradecerán.

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