Durante las últimas semanas, marcadas por el confinamiento domiciliario establecido para hacer frente a la pandemia del coronavirus, hemos reparado en alguna ocasión en cómo las marcas tienen que cuidar, ahora especialmente, sus políticas comunicativas. La clave pasa por evitar lanzar mensajes agresivos que arrojen una percepción de monetización de la crisis sanitaria y que, a la postre, pudiesen originar un descenso de la reputación. Es por ello por lo que las firmas están optando por un modelo basado en la empatía y la humanización.

Un buen ejemplo lo hemos encontrado en la última campaña de Uber, en la que no aparece ni uno solo de sus coches. Con el título Thank you for not riding (gracias por no montar), la firma estadounidense de vehículos de transporte con conductor realiza todo un ejercicio de responsabilidad. Sin duda, una buena forma de mantener ciertas cotas de prestigio.

La campaña en cuestión ha sido ideada por la agencia Wieden+Kennedy. Desde la oficina de Portland se ha dado forma a esta propuesta publicitaria convertida en paradoja, teniendo en cuenta que la movilidad de las personas es la razón de ser de Uber. Su Cuando estás en casa, todos podemos elegido para la ocasión así lo demuestra.

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