A grandes problemas, grandes soluciones. El mundo del marketing no está tardando en adaptarse a la actual situación de confinamiento, en unos casos, y de recogimiento, en otros, para intentar satisfacer, en la medida de lo posible, las exigencias de los consumidores.

En la entrada de hoy nos centramos en una técnica en auge, como es la realidad virtual y aumentada. No son pocas las firmas, especialmente del sector textil, que ya preparan sistemas para que los potenciales clientes puedan probarse las prendas de forma virtual sin necesidad de acudir físicamente al punto de venta. Algo que ayudará a no caer en la desaconsejada masificación cuando abran estos establecimientos.

No solo este tipo de empresas está apostando fuerte por la realidad virtual, pues el campo del ocio y la cultura es, en este caso, la vela que va delante y que más alumbra. Museos, centros científicos, bienes naturales o patrimoniales también ofrecen vistas virtuales, en la mayoría de los casos totalmente gratuitas.

El Caminito del Rey, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, La Sagrada Familia o el Museo del Prado son solo algunos ejemplos de estos paseos virtuales bien ejecutados que pueden servir como ventana de oxígeno en estos días de confinamiento. Toda una muestra de cómo la tecnología puede ayudar a capear el temporal a la espera de un regreso a la normalidad que se prevé por fascículos.

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