Hace cuarenta años un hombre consiguió revolucionar el mundo de los electrodomésticos. Y se convirtió en uno de los mayores impulsores de la creatividad y la inventiva desde entonces, hablamos de Sir James Dyson.

Todo comenzó en Reino Unido a fines de la década de 1970, al comprar la supuesta aspiradora más potente del mercado. Pero su sorpresa fue al comprobar que al poco tiempo esta perdía succión y decidió ponerle remedio sacando su lado más innovador. Tras visitar un aserradero industrial, se fijó en que allí utilizaban algo para eliminar el polvo del aire. Y con esta idea en mente llevó a cabo la creación de la aspiradora que bautizó con su apellido. Además, la marca británica incluye en su catálogo lavadoras, secadores de manos, ventiladores sin cuchillas externas, un secador de pelo e incluso la realización de unas ilusiones ópticas representadas en litografías.

Galardonado con múltiples premios y honores entre los que destacan ser rector del Royal College of Art, también resalta por su afán de fomentar la investigación y el desarrollo. Por ello, creó la Fundación James Dyson para apoyar el diseño y la educación en ingeniería. Cuyo objetivo es inspirar a los jóvenes a estudiar y alentar a los estudiantes a pensar de manera diferente.

 

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