En Creaerte, una de nuestras máximas reza: “tan importante es lo que se cuenta como la forma en que se hace”. Por eso hoy recordamos a Martin Luther King, Jr. no solo por su valioso mensaje en pos de la defensa de los derechos civiles y la lucha contra la guerra y la pobreza, sino por su forma de hacerlo. Y no solo por defender su postura desde el activismo a través de acciones pacíficas, sino por su enseñanza como ejemplo del marketing de contenidos.

Su oratoria, muy del estilo sermón de pastor, hacía a sus oyentes corear “yeah!” prácticamente con cada frase que pronunciaba, haciéndoles participar activamente y eliminando el concepto de monólogo, incluso respondiéndole y sugiriendole temas. De hecho, en el que está considerado el mejor discurso del siglo XX, improvisó su mítico final cuando “La Reina de la música Gospel”, Mahalia Jackson, le alentó desde el fondo del escenario “¡Cuéntales sobre cuál es el sueño que tienes, Martin!” al ver que ya no estaba siguiendo su guión.

De él podemos aprender técnicas de comunicación como la dirección en el discurso, enfocándolo a un objetivo específico y captando la atención de los oyentes mediante el movimiento y evolución de su contenido en línea recta, avanzando, en lugar de dando vueltas en círculo. Reformular verdades conocidas dotándolas de interés para el oyente y no repitiéndole lo que ya sabe, sino profundizando en el tema. Ayudar al oyente a ubicarse en el contexto del discurso, no solo se busca expresar, sino que debe aportar un contenido al público y que este sirva para un propósito. Y por supuesto, dotar de un marco emocional a nuestro contenido, para conectar y calar en la audiencia a la que va dirigido.

Hay varios estudios sobre estas técnicas de comunicación, que pueden aprenderse y emplearse. Lo que no se puede imitar o falsificar es, si no se siente, la pasión con la que se hace y se habla de lo que se ama. Y en Creaerte amamos la comunicación.

 

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