En los últimos años, el marketing turístico ha crecido de tal forma que se ha consolidado como la mejor herramienta para potenciar el crecimiento de este sector. Desde la propia toma de decisiones, las nuevas tecnologías han cambiado el modo de consumir y de viajar, hasta el punto de que es residual el público que no contrasta su viaje a través de la red de redes.

En la actualidad todo pasa por Google o por las redes sociales, sin desmerecer el siempre efectivo boca a boca. Por eso en este nuevo escenario es tan importante invertir en una buena campaña de marketing turístico, cuyo objetivo será aumentar y consolidar la presencia, generar impactos y mejorar el posicionamiento de la marca.

Del mismo modo, la forma de vender un viaje o escapada también ha cambiado. Antes lo importante era el precio, la mejor oferta. Ahora, además de la relación calidad-precio, el público busca algo diferente, una experiencia intensa, original y, sobre todo, concreta. Por eso, el marketing turístico no consiste ya tan solo en ofrecer buenas ofertas, sino que la estrategia planteada también debe servir para proyectar una imagen viva y diferente del destino en cuestión.

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