Captar la atención del consumidor es el objetivo de cualquier marca.

Como hemos podido comprobar a través del Neuromarketing la parte emocional hoy en día es clave y por supuesto saber qué mueve al consumidor a realizar la conducta de compra.

La mayoría de las veces consumimos de manera inconsciente. Nielsen, con uno de sus experimentos, quiso mostrarnos la verdadera influencia de la publicidad en nuestro cerebro. Capturó datos de impulsos cerebrales por segundo, midiendo las reacciones emocionales para verificar la eficacia de la comunicación. Se centró en tres pilares: la atención del consumidor al estímulo, el esfuerzo que hace para memorizarlo y el vínculo emocional que establece con él. Con esta técnica las marcas pueden conocer cómo mejorar sus campañas.

Algunas conclusiones a tener en cuenta son:

– Los textos a la derecha y las imágenes a la izquierda.

– No saturar la publicidad con información. Lo sencillo funciona siempre mejor.

– Poner caras, utilizar imágenes faciales de personas generan compromiso.

– Utilizar técnicas que dirijan la atención a la marca.
– Las acciones en movimiento.

Existen otras realidades del consumidor; primero sienten, luego actúan y finalmente piensan y toman decisiones.

Un producto bien comunicado vende más.

En Creaerte nos mantenemos informados de todos los recursos que nos aporta la neurociencia aplicada para realizar buenas campañas.

 

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