La dupla formada por música y publicidad, temática que solemos tocar los viernes en Creaerte, es habitualmente una apuesta a caballo ganador. Una buena creatividad sustentada con una producción exquisita y aderezada con una guinda musical acorde a las exigencias del guion siempre es un reclamo de garantías. Por si fuera poco, estas publicaciones nos sirven para despedir la semana laboral en buena sintonía y tatareando los grandes temas que han pasado por esta sección.

Pero, ¿qué pasa si la música brilla por su ausencia y lo hacemos además de forma descarada? La conclusión es que se puede llegar a lograr un impacto no solo similar, sino también mayor.

Si el silencio comunica, la inexistencia de composiciones musicales en los anuncios públicitarios audiovisuales también lo hace. Además, de forma notable. La agencia Señora Rushmore tuvo en 2016 la brillante idea de ejecutar para la marca MINI un anuncio un tanto peculiar: «Para promocionar el MINI al 0% TAE, hicimos algo inaudito en la historia de la marca: un anuncio sin interés. Pero absolutamente sin ningún interés», defendían los responsables de la campaña apelando a una doble lectura.

Un anuncio «sin interés» que, sin embargo, no deja de ser un brillante ejercicio creativo.

Comparte esta noticia: