Hoy es viernes, he desayunado bien, y además ha amanecido un día cálido y extrañamente cristalino para ser febrero, así que estoy ligeramente inspirado para contaros una cosa o tres sobre un tema especialmente interesante para publicistas y comunicadores vocacionales como el que esto escribe: las secciones de «opiniones de los usuarios» que encontramos a menudo en webs y portales comerciales. Esto va así:

Es bastante habitual consultar las «opiniones de usuarios» en cualesquiera sea la web de vuestra compra: tecnología, libros, discos, viajes, hoteles… es imposible resistirse a echar un vistazo a lo que otros consumidores tienen que decir al respecto del producto que estás a punto de adquirir. En ocasiones, como en el caso concreto de un lavavajillas con una presunta relación calidad-precio bastante notable, uno decide directamente que ni hablar del peluquín voy a comprar eso con tanto comentario negativo como aparece en la tienda donde pensaba pedirlo. Esto me ha pasado hace poco, claro. Lo siento, amigos de Teka. Vigilad vuestra comunicación on-line.

Otro caso habitual es en el de la reserva de hoteles. Aquí, vayas donde vayas y estés en la página que estés, lo normal es mirarse el hotel de turno en Trip Advisor (si, literalmente, es un «consejero de viajes»). Los usuarios no sólo pueden comentar sus experiencias en el hotel de turno sino que además, la interfaz te permite subir tus propias fotos de las habitaciones y alrededores, mostrando al posible cliente el estado real de las paredes, camas, baños, pasillos, etc. Nada que ver con las fotos promocionales y corporativas, obviamente. En muchas ocasiones, lo que es prometido como una «habitación espaciosa con vistas» resulta ser un cuchitril viejuno con una colcha de flores que debió salir de un resto de atrezzo de «Cuéntame». ¿Y qué decir de las cucarachas y desconchones fotografiados en determinados hoteles neoyorkinos conocidos por estar localizados justo enfrente del Madison Square Garden?. Sin duda, parece conveniente mirarse Trip Advisor antes de reservar nada. Oh, espera…

Opiniones de los usuarios: ¿de los usuarios? ¿seguro?

Pues no, seguro, seguro, no. Cierto empleado de hotel me confesaba no hace mucho que pasaba las horas muertas registrándose en portales como el anteriormente mencionado para incluir comentarios y opiniones muy favorables acerca de su establecimiento. Lógico, por otra parte. Los gerentes de hotel serán muchas cosas, pero no tontos, y saben que su verdadero público potencial está ahí, donde se cuecen las habas. Un comentario o reseña positiva, por pequeña o irrelevante que pueda parecer, pueden influir directamente en una venta. Esto es así. Los humanos somos fácilmente influenciables, qué le vamos a hacer.

Pero no queda ahí la cosa. En otras muchas ocasiones, los empleados de grandes cadenas no sólo pasan sus ratos hablando bien de sus hoteles sino que también… hablan mal de los hoteles de los demás. Ah! No se vale eso!. La guerra ha comenzado y debe ser bastante divertido ver community mangers pisarse y responderse acaloradamente en las secciones de «opiniones» disfrazados de gente corriente y moliente. Y llegados a este punto, asistamos con asombro a una nueva vuelta de tuerca más allá de este disparatado cross-reviewing. Es…

El product placement, si.

El estupendo blog de «all things marketing» Ironic Sans alertaba hace poco de la constante presencia de los altavoces Onkyo HT-6100 en los comentarios de los usuarios de Amazon. El autor ya anunciaba al principio de su post que a lo mejor estaba todo en su cabeza, pero que la sección de soportes para altavoces del gigante americano Amazon estaba inundada de comentarios de este estilo:

«Es un producto muy versátil. Funciona perfectamente y lo recomiendo por su bajo precio. Compré ese soporte para instalar mis altavoces Onkyo y me va estupendamente».

«Excelente compra. Mis altavoces Onkyo no pueden estar en mejores manos».

«Son unos soportes muy buenos. Sostienen perfectamente los altavoces Onkyo… y a un precio muy razonable»


Osea. Las compañías tienen por costumbre no sólo incluir comentarios positivos de sus propios productos sino que están empezando a incluir «product placement» en los productos de otros!. Es más, empresas como Mechanical Turk están haciendo MUCHO DINERO ofreciéndose a fabricantes para escribir reseñas positivas del producto que sea all over the Internet. Otras compañías, directamente ofrecen regalos directos y sorteos si te dignas a escribir algo positivo de ellos en las secciones de «opinión». ¿Cuánto tiempo pasará hasta que este ocurrente modo de «product placement» inunde la Red? ¿No es factible incluir comentarios sobre lo buena que es tal o cual película en las opiniones de los usuarios de un televisor de plasma?. ¿Qué tal unos comentarios sobre lo espacioso que es determinado maletero de un coche en una web donde se vendan bicicletas de montaña?  En fin, esto me lleva a pensar lo siguiente:

¿Y si…?

¿Y si se pudiera ir todavía más allá? ¿Qué pasaría si desarrolláramos una manera de conseguir que fuera imposible detectar una «reseña falsa»? ¿Y si consiguiéramos que una reseña negativa funcionase realmente como una positiva, usando elementos básicos de psicología inversa? ¡Nadie podría sospechar que que se trata de una «reseña positiva falsa»! Amigos, ¡¡el crimen perfecto!!

Bienvenidos al nuevo marketing: si pestañean, se lo van a perder.




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