Parece una contradicción cuando una marca que vende bebida común y no precisamente sana, difunde un estilo de vida asociado al deporte y a lo saludable. Pero quizás quiera ir más allá. Con esta intención, Pepsi ha dado un giro estético a su gama de productos para reinventarse y aumentar así su campo de acción.

La firma ha desarrollado un nuevo packaging y ha convertido sus botellas de refrescos en mancuernas de gimnasio, otorgándoles un uso alternativo. Además de tratarse de una bebida a la que recurrir para hidratarse tras el esfuerzo, también hacen las veces de utensilio de ejercicio. Para su reutilización, basta con rellenarlas de agua y seguir practicando deporte.

Así es como se ha desarrollado esta ingeniosa acción de packaging, cuya creatividad corre a cargo de la agencia AlmapBBDO, de Brasil.

otraMasdiseñotioGim

Comparte esta noticia: