Alguien las ha llamado pinturas vivas, y tiene sentido, porque lo que hace Alexa Meade es pintar directamente sobre los modelos vivos, seres humanos tridimensionales que toman la forma de objetos de arte, una especie de reinterpretación de ellos mismos.

Una vez montada la escena, la artista fotografía a sus nuevos modelos, es precisamente con esas imágenes con las que monta sus sorprendentes exposiciones.

El espectador confundido nunca termina de estar seguro, y cae directamente en este trampantojo, la pintura figurativa se mezcla con la realidad, la escena en 3D pierde corporeidad y se convierte en una representación en 2D por obra y gracias de un efecto óptico.

Pero el truco es sencillo, la artista pinta sus modelos con una máscara de pintura que oculta sus cuerpos, con una segunda capa convierte al sujeto en sus propia caricatura, finalmente la fotografía diluye realidad y óleo para conseguir un efecto final colorista y tremendamente sugestivo.

Alexa Meade es una joven artista estadounidense, su trabajo se engloba en la serie ‘Living Paintings’, donde se mezcla el boy painting con la pintura hiperrealista; esta técnica ha llamado la atención del público, profesionales y expertos gracias a Internet, su obra ha alcanzado tanta notoriedad que ya ha pasado por la Postmasters Gallery de Nueva York y la Saatchi de Londres.






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