Es una tendencia al alza y por ello su crecimiento es exponencial en los últimos años. No obstante, el marketing digital no está exento de algunos errores básicos que en ocasiones pueden incluso llegar a lastimar la imagen de esta política comunicativa.

La desinformación al respecto del proceso productivo es quizás el primer pecado mortal. Hay quien se lanza a la aventura sin una estrategia definida y, lo que es peor, sin ser consciente de sus consecuencias.

Utilizando un símil futbolístico, también hay quien se llena de balón. Un estudio previo y profesionalizado dará la mesura suficiente como para elaborar un plan de medios acorde a la relación entre necesidades y presupuesto. Todo ello sin caer en la trampa de utilizar vistosos soportes o canales que poco tienen que ver, por ejemplo, con nuestro público objetivo, restando eficacia y anulando la eficiencia.

Otro error común es el de combinar la ausencia de capacidad analítica con el exceso de información. A través del Big Data, hoy es sencillo acceder a cantidades ingentes de información que, a la postre, pueden quedar en papel mojado si no se cuenta con el equipo adecuado para descifrarlas.

Para completar el póquer de errores básicos en el marketing digital, también hay quien se ve arrastrado a una piscina sin agua por su sobredosis de orgullo personal. En este caso, cada cual ha de saber leer sus limitaciones para evitar futuros desencantos.

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