El uso de las redes sociales y la tecnología ha llegado a tal punto, que muchas personas se desviven por lograr la aprobación de los demás. Incluso, en ocasiones, este hecho adquiere tintes competitivos.

Así lo ha plasmado Ikea en su última campaña. De una forma ágil, la marca sueca retrata la obsesión de algunos usuarios que no pueden vivir sin hacerle una foto a todo aquello que minuto a minuto les sucede, aludiendo así a la inmediatez que hoy en día nos brinda Internet.

Con una brillante puesta en escena, nos traslada al siglo XVIII y establece una comparativa entre las costumbres reinantes en ambas épocas. Al final, lanza un mensaje tan simple como real: relax, no se trata de una competición. De esta forma, nos anima a disfrutar de los momentos en compañía y a olvidarnos por un momento de las redes sociales.

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