Es habitual que en esta tribuna de los lunes sobre creativos y creatividad arrojemos luz sobre aquellas figuras que, de una u otra forma, han contribuido a forjar la industria del marketing digital. Se podría decir que, en mayor o menor medida, todos ellos deben estar agradecidos a aquellas personas que abrieron el camino y que convirtieron el desconocido escenario de Internet en un auténtico canal y modelo de negocio para las marcas. El estadounidense de origen judío Seth Godin fue, sin duda, una de ellas.

Empresario y formado universitariamente en informática y filosofía, Seth Godin fue un auténtico adelanto a su tiempo al ser uno de los primeros en vislumbrar la rentabilidad de un marketing digital aún en pañales cuando a mediados de la década de los 90 fundó su propia empresa de marketing interactivo, la cual sería posteriormente absorbida por el gigante Yahoo!. Con ello consiguió méritos suficientes como para alzarse con el prestigioso premio Momentum como reconocimiento a los logros alcanzados en esta industria digital.
No obstante, más allá de su vertiente empresarial, Seth Godin es considerado todo un visionario, un gurú del marketing que logró reunir las líneas maestras en cuanto a tendencias en obras editoriales, así como en columnas de prestigiosos medios de comunicación y en su blog personal, aún a pleno rendimiento. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que él es una marca en sí mismo.

Creador de conceptos tan asumidos como el marketing de permiso o el marketing viral, nuestro protagonista de hoy continúa reciclándose día a día para impartir conferencias y seminarios. Valga una de sus frases más popularizadas: «La seguridad es un riesgo», dejando entrever que el inmovilismo en cuanto a la regeneración de conocimientos puede ser el peor enemigo de uno mismo en un campo de batalla tan cambiante.

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