Director cinematográfico y teatral, realizador televisivo, actor, guionista… La historia de la televisión en España no podría entenderse sin Chicho Ibáñez Serrador (Montevideo, 1935 – Madrid, 2019). El creador de programas como Un, dos, tres, Historias para no dormir, Hablemos de sexo o El Semáforo, entre otros, supo construir un hasta entonces inédito lenguaje audiovisual para la efervescente España del consumo, la de la consolidación de la clase media. Fue con este mago de la imagen cuando la televisión pasó del blanco y negro al color tan metafórica como técnicamente hablando.

Este genio creativo de la pequeña pantalla normalizó en sus guiones la utilización del marketing en la pequeña pantalla al alimón con los contenidos de entretenimiento, hasta el punto de conseguir una unión tan indisoluble como rentable. ¿Quién no recuerda los apartamentos en Torrevieja o los coches del Un, dos, tres?

Chicho Ibáñez Serrador fue un adelantado a su tiempo en lo que al sentido narrativo se refiere, por aquello de implementar propuestas experimentales y vanguardistas. Su influencia le llegaría a edad temprana. Su padre, Narciso Ibáñez Menta, era un reputado director teatral y su madre, Pepita Serrador, actriz. Voraz lector, Chicho Ibáñez Serrador dejó como legado dos dignas obras cinematográficas, como La residencia y ¿Quién puede matar a un niño? Tras fallecer el pasado día 7 de junio, esta mente privilegiada descansa ya para siempre junto a su madre en Granada.

En nuestra sección semanal sobre creativos y creatividad, sirvan estas líneas como homenaje a una de las mentes más brillantes de la televisión.

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