Hay ciudades maravillosas repartidas por todo el mundo que desde tiempos inmemoriales apenas han cambiado. Aunque hayan crecido, han conservado los vestigios que las hicieron grandes en su día. Lo que sí ha variado mucho es la forma en la que nos llega esa información sobre cada destino. El cómo nos ofertan ese enclave.

Desde lugares de interés de cada sitio a los servicios que presta la ciudad, hospedajes o transportes, el marketing turístico evoluciona a medida que pasa el tiempo, con al menos una campaña distinta al año, o incluso varias para adecuarse a cada temporada.

La tendencia a usar el móvil para buscar destino, el creciente aumento al «Ad Blocking», los nuevos modos de pago, los alojamientos compartidos… El contenido de valor ha cambiado, confiamos más en las opiniones de otros usuarios que en cualquier mensaje publicitario, preferimos una estrategia de contenidos basada en la personalización, en la relación con el viajero y no la mera información del hotel.

Aquí un creativo ejemplo de cómo la información de un hotel puede ser clara y personal, con su «hacemos menos, solo los lujos básicos». Un icono vale más que mil palabras.

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