Las comunidades de usuarios promovidas por las propias marcas no siempre tienen el éxito pretendido, pues en ocasiones las firmas no dan con la clave para fomentar la interacción y mantener una participación activa. Sin embargo, existen diferentes ejemplos de cómo una comunidad de estas características puede ser una buena plataforma para implementar un ejercicio de marketing de contenidos. Una de ellas es la de Leroy Merlin.

Aunque históricamente el bricolaje ha sido a la práctica coto del género masculino, lo cierto es que es que las mujeres son cada vez más manitas, tal y como se demuestra en el ejemplo que hoy destacamos. Desde cómo adaptar un baño para personas mayores hasta cómo elaborar mesas auxiliares… Todo cabe dentro de una temática sectorial en la que los trabajadores de la marca interactúan con los usuarios para generar una retroalimentación.

La comunidad, que cuenta con una plataforma propia al margen de la página web de la firma francesa, tiene diferentes secciones para los espacios de la casa, así como blogs, foros, talleres o proyectos de interés. Todo un ejemplo de marketing de contenidos bien entendido.

Comparte esta noticia: