Cada año, el Instituto Pantone decide la gama cromática que reinará en el mundo de la moda, las tendencias, la decoración y el arte. En el presente año y, como hecho excepcional, en lugar de un color, presentó dos: el rosa cuarzo, bautizado como Rose Quartz, y el azul serenidad, o Serenity. Ahora, la máxima autoridad de los colores ha anunciado las tonalidades para la temporada otoño–invierno 2017-2018.

Igual que en este 2016, el rosa volverá a ser uno de los colores dominantes. Según apunta el informe de Pantone, los beiges, blancos rotos o azules estarán influenciados por este color, que los hará evolucionar hacia sombras más frágiles. Dicha elección, como ya ha ocurrido en 2016, atiende a criterios de la psicología del color, a través de la cual pretende encontrar un remedio contra el estrés de la vida cotidiana al que continuamente estamos expuestos. Y es que la mezcla de estas tonalidades transmite calma, sosiego y paz.

El amarillo será también importante durante la próxima temporada otoño-invierno, destacando el limón por la luz que aporta a cualquier paleta de colores. Por su parte, el morado, en sus tonos más suaves representará una sensación de fuerza y concentración.

A estas alturas, Pantone va mucho más allá y se ha convertido en algo más que una institución dedicada al mundo del color, sino que sienta las bases a la hora de que muchas marcas decidan las gamas cromáticas dominantes en sus campañas y productos. Es momento de tomar nota.

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