En Creaerte nos damos cuenta de que la lista de objetos que se están convirtiendo en “inteligentes” es cada vez mayor. En los últimos años, la tecnología ha dotado de nuevas capacidades a multitud de elementos y herramientas de nuestra vida cotidiana. En esa lista poco a poco empiezan a aparecer los coches. Esto los convierte en un nuevo y potencial objetivo para la publicidad o, al menos, para conocer mucho mejor a los consumidores y ser más eficientes en la relación que se establece con ellos.

Lo cierto es que los coches llevan años ofreciendo información a sus clientes pero el escenario actual ha cambiado por dos razones:

  • Cada vez hay más sensores y vehículos que recopilan y acumulan datos del conductor, sus trayectos, su forma de conducir…
  • El potencial que ofrecen esos datos se ha convertido en una realidad que las empresas estudian, procesan y aplican en sus campañas.

El futuro podría convertirse, por tanto, en un espacio en el que el coche fuese como nuestro ordenador, en el que mientras navegamos recibimos información promocional. De esta manera, el coche podría hacer sugerencias sobre ofertas existentes en la ruta de viaje, como descuentos en la pizzería de la esquina. Dichos mensajes serán, por supuesto, patrocinados y adaptados a cada persona.

La idea está íntimamente ligada con otra tendencia al alza en el mundo de los vehículos: el uso de pantallas interiores. Esto abre la oportunidad de convertirlos en un atractivo soporte de mensajes publicitarios.

Comparte esta noticia: