Hoy en Creaerte abrimos un debate y lo hacemos preguntándonos si la publicidad institucional en el transporte aéreo resulta verdaderamente lo que muchos creen.
Hace unos días supimos que el ejecutivo regional autorizó la contratación del servicio de publicidad en los vuelos que tendrán lugar desde el aeropuerto de Badajoz.

Y es que no es este un asunto nuevo. En el mes de febrero, la empresa Helitt decidió no continuar con los vuelos en el aeródromo pacense. Para aquella ocasión la Junta firmó con esta compañía un contrato de promoción publicitaria de 1,8 millones de euros. El presidente de Helitt, después de anunciar la suspensión del servicio dijo que la cantidad recibida fue de 450.000 euros.

Sea cual fuere la cifra final los viejos fantasmas vuelven a sobrevolar por el aeropuerto. Teniendo en cuenta la dificultad para asentar el transporte aéreo en la región, nos preguntamos si estos contratos publicitarios son provechosos. Posiblemente las empresas deberían buscar la rentabilidad en sus propios servicios antes que en factores externos de este tipo. Lo único claro es que hasta ahora este mecanismo publicitario, que adquiere un carácter público, ha generado una pérdida de dinero ciertamente importante, lo que hace que las dudas estén cuanto menos justificadas.

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