Cuando hablamos de marketing, normalmente nos referimos a aquel dirigido a los consumidores. Este tipo de marketing es conocido como B2C. Pero existe otro del que se habla menos, cuya importancia es relevante a día de hoy. Hablamos del marketing de empresas o B2B.

Se trata del conjunto de acciones que una empresa lleva a cabo cuando la comercialización de sus productos va dirigida a otras empresas u organizaciones, no al consumidor final. Dichas organizaciones pueden usarlos para una producción final o para su reventa (venta a minoristas).

Alguna de las ventajas que ofrece este tipo de marketing son que la involucración entre empresas hace que sea mucho más fácil convencer a una sola o a un grupo de ellas que a un gran número de clientes. Otra ventaja es la mayor cantidad de transacciones de ventas. Una vez que una empresa pasa a ser cliente, permanecerá durante mucho tiempo si el servicio prestado es de calidad.

En pocas palabras, la lealtad a la marca, en el caso de las empresas, es mayor en comparación con los clientes habituales.

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