Saber contar una historia es uno de los elementos fundamentales para explicar el éxito de muchas cosas: novelas, artículos periodísticos, guiones de cine… Todos ellos tienen algo en común, o al menos lo tienen los que triunfaron, y es que son capaces de transmitir un mensaje potente, una historia capaz de conectar con la audiencia y atraparla. En el fondo lo mismo ocurre con las marcas. Las compañías han aprendido a convertirse en algo más, han dominado el storytelling.

Las historias tienen un efecto directo sobre el cerebro de los consumidores y funcionan como un segregador de hormonas (o una especie de generador de experiencias y emociones). Diferentes estudios han demostrado que una historia que es capaz de generar impresiones y tiene un efecto sobre lo que sienten y hacen los clientes, aumenta la empatía y el interés sobre el producto.

Pero ¿qué hace que sea tan usado el storytelling? Para empezar, la respuesta que se recibe al mensaje dado es mucho más emocional. El usuario analiza lo que le están diciendo partiendo de las emociones, en lugar de hacerlo basándose en la información que recibe. No importa el precio o las características, sino las emociones que se sintieron. Además, esta respuesta es más efectiva que simplemente sentarse a lanzar información.

En estos últimos años se han multiplicado las campañas publicitarias centradas en este tipo de desarrollo (marcas de cerveza, joyería, perfumes, bebidas y un largo etcétera).

Desde Creaerte apoyamos la búsqueda constante de inspiración para historias, hay que rodearse de gente, de experiencias, que nos produzcan ideas e imaginar maneras de transmitirlas.

Comparte esta noticia: