La desinformación ha sido un problema que ha arrastrado la comunicación desde sus comienzos, lo que no sabíamos es que crearía cambios tan radicales en el comportamiento de las personas.

Ligada a la aparición de los Smartphones, considerada como la mayor herramienta de la comunicación hasta el momento, nos ha llevado a que apreciemos más la vida virtual que la vida real. La mayoría de las personas en posesión de un teléfono inteligente vivimos ahora en dos mundos: el mundo real y el mundo virtual.

Según el último estudio realizado por Havas, el 40% de los ‘millennials’ prefieren vivir su vida virtual llegando incluso a sentirse infelices con su vida real. Todo se vuelve irónico cuando tras ese afán por la tecnología se esconde un gran miedo relacionado con la privacidad donde las brechas de datos y la vigilancia ilegal son los más temidos.

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