La banda ha sido considerada a lo largo de la historia como la mejor banda jamás formada. Tanto por su sonido conjunto, como por la calidad uno a uno de sus componentes, como por su contribución a la música entre otras razones. Intentaremos resumir algunos puntos de su innovación y gran influencia aún palpable. Esta es la primera parte de dos artículos sobre algunos aspectos del marketing de Led Zeppelin.

Tras un desfile de leyendas de la guitarra por The Yardbirds que incluyó talentos como Eric Clapton o Jeff Beck, Jimmy Page decidió montar un nuevo grupo desde cero. Esa estrategia de buscar un nuevo nombre y nuevos músicos, aún con su intención de continuar lo que ya había empezado con The Yardbirds, le brindó el nuevo comienzo donde desarrollar sus propias ideas. Y claro, cuando el público escuchaba su música quedaban conquistados.

Basado en una broma que le hizo Keith Moon, baterista de The Who, sobre cómo se hundirían como un globo de plomo (lead ballon), Page sacó el nombre para su nueva banda, Lead Zeppelin. Sin embargo en aquella época, en la llamada British Invasion, el exitoso mánager Peter Grant sugirió cambiarlo Lead por Led para evitar la distinta pronunciación que podría ocurrir en el mercado americano. Una recomendación de marketing sutil pero magistral, que les brindaría giras por EE.UU.

Por otro lado, en una época en la que The Beatles tocaban 20 minutos como cabeza de cartel de un espectáculo con otras seis bandas, Led Zeppelin daba conciertos de varias horas. Eso les hizo destacar contrastando con el panorama del momento, con sus alardes de virtuosismo en interminables solos de cada uno de sus miembros, y no solo porque sus canciones fueran buenas, hacían de sus directos una experiencia única.

Para muestra el considerado mejor solo de guitarra de la historia en uno de los tres conciertos seguidos que dieron en 1973 en el mítico Madison Square Garden.

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