Hay piezas musicales que marcan no solo una película, también a toda una generación que, a pesar del tiempo, los “reboots”, y las reediciones consiguen retraernos al momento en el que la escuchamos por primera vez. Este es el caso del compositor japonés Akira Ifukube, un talento prodigioso en música clásica y bandas sonoras cinematográficas ampliamente conocido por su trabajo en la banda sonora original de las películas de Godzilla de la década de 1950.

Nació el 31 de mayo de 1914 en Kushiro, Hokkaido, Japón. Fue el tercer hijo de un oficial de policía. Desde su adolescencia Ifukube fue un oyente apasionado de las partituras musicales europeas, aspiraba a entrelazar su arraigada identidad nacional en composiciones originales, una idea que se solidifica aún más tras escuchar la emotiva pieza orquestal del autor ruso Stravinsky de 1913 The Rite of Spring a los 14 años. Estudió silvicultura en la Universidad Imperial de Hokkaido en Sapporo y compuso en su tiempo libre, siguiendo una línea de creadores japoneses autodidactas. Después de un breve período como oficial forestal y procesador de madera, decidió dedicarse a la composición musical por completo.

Su gran oportunidad llegó en 1935, su primera pieza orquestal Japanese Rhapsody ganó el primer premio en un concurso internacional para jóvenes compositores promovido por Alexander Tcherepnin. Pero el apogeo de su carrera en la banda sonora fue en 1954 cuando escribió la banda sonora de Godzilla. Una pieza tan característica que se mantuvo durante toda la saga de películas que protagoniza el enorme monstruo japonés. Tanto es así, que para las versiones americanas estrenadas en 2019 y 2021 se usaron como bases para la presentación del famoso reptil en pantalla.

A pesar de su muerte en 2006 con 91 años de edad, Akira Ifukube dejó como legado entrenar a muchos más músicos, fue presidente del Tokyo College of Music y publicó Orchestration, un libro de teoría de 1.000 páginas, ampliamente utilizado entre los compositores japoneses. Un genio creativo que fue honrado por el gobierno japonés con la Orden de la Cultura y la Orden del Tesoro Sagrado, grandes méritos por toda una vida de creación.

Comparte esta noticia: