Es habitual que en muchas de las empresas el marketing de contenidos sea una faceta añadida al trabajo que ya realizan determinadas personas. El exceso de carga por este nuevo cometido puede repercutir, y de hecho ya repercute, de forma negativa en la productividad, pues esta encomienda extra genera un estrés innecesario.

Es por ello por lo que los departamentos de marketing han de contar con figuras específicas que diariamente se encarguen exclusivamente de satisfacer todas las necesidades planteadas en la estrategia de comunicación, pues el marketing de contenidos ha pasado de ser un recurso a convertirse en toda una necesidad para fortalecer la reputación y la imagen de marca.

Otra opción es delegar este tipo de trabajos en agencias especializadas, como es el caso de Creaerte, donde desde hace ya varios años advertimos la importancia de una nueva política que decidimos abanderar a nivel regional.

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