Si bien el marketing de contenidos sirve para generar fidelidad, posicionamiento y reputación, hoy hacemos mención a una de sus variantes más integradas en el ciclo de compra, hasta el punto de ser utilizada para seducir en la fase definitiva, cuando se llega al embudo de conversión. Hablamos del smart content y de su papel protagonista en las campañas de marketing digital.

Con el apoyo inestimable de la tecnología y el adecuado tratamiento del big data, se trata de realizar diferentes capas de contenidos para favorecer que los usuarios visualicen publicaciones prácticamente personalizadas, según preferencias cotejables.

Al mejorar la experiencia de los usuarios, nuestra estrategia de inbound marketing se ve enriquecida exponencialmente gracias a una propuesta de creación de contenidos modular y con variantes personalizadas. Sin duda, estamos ante una política específica a través de la cual podemos monetizar los contenidos de forma más directa que en el marketing de contenidos tradicional, el cual continúa siendo necesario para conservar y fortalecer la prestancia de las marcas.

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