Es una de las redes sociales que más favorece la interactividad entre los usuarios y en la actualidad son más de 1.000 millones de perfiles los que hacen uso de ella de forma activa. Hoy en nuestra sección de cosecha propia hablamos de Instagram, la red social de la Polaroid, que ha logrado penetrar no solo entre el público juvenil, sino también en otras generaciones que peinan canas y que han sucumbido a sus encantos. Pero, ¿qué beneficios puede ofrecer esta plataforma a las empresas?

La principal ventaja es que los propios clientes serán parte del engranaje para posicionar la imagen de marca. Es por ello por lo que en ocasiones hay que optar por la personalización de los contenidos visuales. Todo ello requiere una cierta regularidad y una actualización constante, además de la consecución de unos estándares mínimos de calidad en cuanto al trato de la imagen. De lo contrario, es más recomendable evaluar otras opciones de redes sociales que puedan resultar más acordes al perfil empresarial.

La segmentación es otro de los grandes aliados, ya que Instagram cuenta con la opción de llegar fácilmente a un público objetivo determinado con filtros de parámetros sociodemográficos. Sin duda, una buena opción para aprovechar al máximo la inversión en publicaciones patrocinadas.

Esta plataforma también puede ser convenientemente utilizada para conferir a la marca un perfil más humano, otorgando así cercanía y confianza a los consumidores potenciales de los servicios o productos en cuestión. En este sentido, se hace necesario saber compaginar este factor de cercanía con la preservación de las normas básicas reflejadas en nuestra hoja de ruta de comunicación corporativa.

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